En el zoco soteriológico

En la primera lectura de nuestro domingo 17, se nos muestra, bajo la forma de un cuento de las mil y una noches, la dimensión compleja de aquello que traducimos por «justicia» y que ya comentábamos que no es exactamente asimilable a lo que por ese concepto entendemos en nuestra cultura: al hablar de panes y peces, véase la anterior entrada https://bibliababel.wordpress.com/2016/05/29/dialogo-de-civilizaciones/. Por cierto, que la idea ya volvió en el caso de Marta y María del evangelio del domingo 16. María tiene un buen lote -en el reparto mesiánico, se entiende-. Y más que se repetirá el concepto Sdq porque es uno de los temas de fondo de toda la cosmovisión bíblica (y oriental).

Porque el texto lo vale, tomamos la versión masorética hebrea y traduzco comentando desde Gn 18, 20 hasta el verso 32, teniendo a la vista las versiones de http://corpus.bibliamedieval.es/ que mantendrán bajo control mi creatividad.

Dijo Dios: «El clamor de Sodoma y Gomorra, ¡qué enorme (raíz rbb) es! Su pecado, ¡qué extremadamente gordo (kbd) es!

El empleo de las raíces rbb y kbd le retumba en los oídos al lector de salmos porque ya hemos visto -ver entrada https://bibliababel.wordpress.com/2016/06/17/a-por-el-salmo/- que la gloria de Dios es Kabod y aquí ese poderío y deslumbramiento es … ¡lo contrario! Es alejamiento enorme de Dios -literalmente, de peso-. Y en cuanto a rbb ¡qué mal suena aquí! Si incluso a Cristo le llamaban «rabby», o sea,»mi gran» (señor).

Bajaré y veré lo que es el clamor que llegó a mí. ¡Han hecho de todo! En caso contrario, lo sabré». Y se dirigieron desde allá los hombres (¿los tres seres misteriosos del anterior domingo?) marchando (a) Sodoma. Abraham permaneció parado delante del Señor. Se puso Abraham a decir:

Y aunque como hemos visto en htps://bibliababel.wordpress.com/2016/06/05/los-profetas-son-rudos/, no hay signos de interrogación, la simple sílaba «ha» ya marca una entonación interrogativa igual a la partícula «hal» del árabe moderno.

«¿Acaso te vas a cargar el bueno (raíz Sdq, o sea el «justo») con el malo? Quizás hay cincuenta buenos dentro de la ciudad. ¿Acaso la destruirás sin dejar ni un sitio a los cincuenta buenos de su arrabal? Alejado (juego conceptual de palabras entre lo cercano -raíz qrb- a la ciudad, el arrabal, y lo lejano) tienes un obrar como el de esta(s) palabra(s): Matar al bueno con el malo y que el bueno sea como el malo (esta burda reiteración bueno-malo es, sin embargo, elegante en la estilística bíblica). Lejos está de ti (el que) el juez de toda la Tierra no haga juicio.

Dijo Dios: «Si encontrase cincuenta buenos dentro de la ciudad, dejaré todo lugar por el que pasan»(con la raíz ‘br, del «pasar de largo» del levita y el sacerdote ante el pobre herido, al reaparecer la misma raíz con semántica afín en el evangelio de la Peshitta siriaca).

Replicó Abraham diciendo: «Por favor, deseo dirigir la palabra a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza (juego fonético que sonaría como «afar vefer»). Quizás le falten a los cincuenta, cinco. ¿Acaso destruirás por cinco a toda la ciudad?

Dijo :»No destruiré si encontrase allá cuarenta y cinco».

Siguió hablándole y dijo: «Quizás se encuentren allá cuarenta».

Dijo: «No haré (nada) por librar a los cuarenta».

Dijo: «Por favor, no se acalore (¿la ira?) de mi Señor y diré que quizás se hallen allá treinta».

Y sigue y sigue «Y dijo …» que puede ser una forma antigua de representar un diálogo en estilo directo.

-No lo haré si encuentro allá treinta.

Por favor, por favor! Quisiera decirle a mi Señor que acaso se encontrarán allá veinte.

-No haré daño por dejar a los veinte.

-No se encienda mi Señor y diré solo una cosa: Que quizás se encuentren diez.

No destruiré por dejar a los diez.

El caso es que de Sodoma nunca más se supo. De hecho, no han quedado ni sus restos arqueológicos, ansiadamente buscados por el país del Mar Muerto. Esto hace pensar a los escépticos que efectivamente estamos ante un cuento oriental. Por consiguiente, alguien esta noche puede que rece así: «Por favor, no se acalore la ira de mi Señor y diré que quizás se halle UN solo arqueólogo bíblico que NO sea escéptico«.

Zoología evangélica

Continuemos con el evangelio de este domingo 14, ciclo C, porque tiene miga. Lo leo o lo veo en http://www.stamsilencio.com/

y me hago una cuestión que puede tener implicaciones exegéticas: ¿Es un relato biográfico o alegórico? ¿O las dos cosas?

El ámbito de la exégesis me rebasa ampliamente pero -solo por sentido común- puede que la solución vaya, a la limón, tanto por lo simbólico, como por lo «biográfico», con todas las limitaciones de una biografía de cualquier personaje de la Edad Antigua. En cualquier caso, este es un blog literario y solo daré pistas. Que decidan los exégetas.

El que Jesús fuera de peregrinación a Jerusalén desde Galilea y pidiera a parte de su equipo -¿setenta o setenta y dos individuos?- que se fueran adelantando para que los samaritanos -¿los lobos de Lc 10:3?- no se pongan nerviosos al ver tantos «inmigrantes» galileos juntos puede tener sentido. En cualquier caso, la palabra «Shalam», paz y/o saludo, aparece cuatro veces en tres versos: Lc 10, 4-6. El que esa «paz» sea un mero saludo para tranquilizar a los samaritanos o la PAZ mesiánica para la ecúmene, es una opción exegética que aquí no sabría yo definir. En otro caso-ver la primera de las entradas de este blog «Versión minimalista» https://bibliababel.wordpress.com/2016/05/24/version-minimalista/- ya me incliné por el mero saludo. Lo que tengo claro es que en Lc 10:6 sí que hay que traducir la rimbombante expresión de «hijo de la paz» por un sencillo «persona buena» u «hombre de bien».

Pero, ya en el plano alegórico, aparte de los supuestos hombres-lobo samaritanos, es destacable la presencia de especies herpetológicas en Lc 10:19. Nos vienen a la cabeza los ecos de Isaías 27:1. Aquí, en Lucas, los bichos son más pequeñitos pero no vamos a comparar YHWH con los compañeros de Jesús: Cada cual con los de su tamaño. A su vez, Is 27:1 refleja ecos de otra cacería mítica todavía más barroca.

Así, en su correspondiente proceso cosmogónico, el dios mesopotámico Marduk se las tenía que ver, entre otros, con

«hidras, dragones formidables, monstruos marinos, leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones, monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos»

según la versión ofrecida por el ilustre profesor Lara Peinado de un antiguo poema acadio, «Enuma elis«.

Se ve que, efectivamente, otro mundo es posible, pero que antes hay que modificar sensiblemente el ecosistema de partida. Así es la idea de los mitos de creación antiguos. Por supuesto, «Laudato si’» se posiciona totalmente en contra y los cristianos – y todo el mundo, dicho sea de paso- tenemos que proteger la biodiversidad. Para ello y para que la paz y lo bueno de la (re)creación de Cristo avance, no tenemos que lidiar con Godzilla pero sí tenemos que vencer, o domesticar, nuestras propias alimañas morales.

¡Feliz julio 2016!

Relatividad restringida

Antes que nada, una aclaración sobre la supuesta simplicidad gramatical aludida en la anterior entrada: El concepto de simplicidad -como casi todo- es relativo. En nuestro caso, hay un factor de complejidad inducido porque realmente no sabemos qué vocales hay en el original siriaco. De hecho, normalmente en textos antiguos semíticos NO HAY VOCALES. Sí, así de fuerte: Ni puntos, ni comas, ni signos de interrogación y NI siquiera VOCALES. Ninguna vocal en los célebres qumránicos. Los periódicos de hoy en día en árabe o hebreo modernos tampoco suelen llevar vocales.

Por consiguiente, lo que decíamos que era conjugación de perfecto puede ser un participio activo y podríamos también correctamente, por ejemplo, traducir Lc 10,16 c según el antiguo palimpesto sinaítico así:

«El que me escucha, escucha al que me envía«

o, combinando perfecto con participio activo, así:

«El que me escuchó, escucha al que me envía«

o:»El que me escucha, escuchó al que me envía«, etc.

Por eso, ojito con la forma en que vertemos los tiempos en castellano. De hecho, no está claro si en lenguas semíticas tenemos «tiempos verbales» y no más bien «aspectos verbales». Y en hebreo bíblico, la cosa se puede complicar porque hay, además, estructuras que modifican el aspecto y, en realidad, a veces, de los profetas no sabemos si hablan del futuro o del pasado. Los expertos debaten y debaten …

¿Es esto un lío y/o una riqueza?

Por cierto, algunos dicen que a Einstein las fórmulas de la relatividad generalizada se las cocinó su esposa, de profesión sus labores y física matemática. Se sospecha que el premio Nobel le robó el ídem a su media costilla. Escuchad, por favor, esta emisión a partir del minuto 15: https://canal.uned.es/mmobj/index/id/48246
Lo que decíamos: Casi todo es relativo.